Era un lunes por la mañana, estaba tomando el café, cuando de repente el teléfono sonó, yo respondí, en el teléfono se escuchó la voz de un investigador el cual me dijo que vaya a su oficina que debía hacerme unas pregunta sobre el asesinato de mi esposo.
Me dirigí al departamento de la policía, allí pregunte por la oficina del inspector Robertson, estaba en segunda planta. Subí por las escaleras y allí estaba Robertson esperándome, al entrar me pidió que me sentara, luego comenzó con las preguntas:
-¿Qué relación tenía usted con el farmacéutico Julio Aurelio?
-Nosotros estábamos empezando a salir, no era una relación muy avanzada, pero estaba verdaderamente enamorada de él.
-¿Cómo llegaron a tener esa relación?
-Nosotros nos conocíamos de antes, nos habíamos encontrado en una fiesta hace tiempo y al entrar a este trabajo lo vi y nos enamoramos mutuamente.
-¿Algo raro pasó el día del asesinato?
- Ese día yo estaba de viaje, pero cuando lo llame por teléfono él sonaba raro y sentía como que el estaba muy apagado.
-¿Que cree que estaba sucediendo?
- Yo creo que él sabía quién lo asesinaría, estuve pensando y se me ocurrió que a lo mejor una de sus ex esposas lo asesinó por la plata y los celos.
- Con eso es suficiente, gracias por su tiempo.
Yo volví a mi casa y estaba una amiga del barrio esperándome en la puerta, ella me dijo que quería hablar, yo le había contado algunas cosas pero no entre mucho en detalle. Entramos y la invite a tomar mate, cuando de repente me dijo “Necesito que me digas toda la verdad”.
En ese momento yo entré en pánico, no sabía qué hacer, pero como ella me había contado sus secretos más oscuros me decidí a contar toda la verdad.
-Todo esto empezó en una pelea, no cualquier pelea o discusión, esta llegó a una separación. Esta pelea fue porque Julio tenía una reunión de su trabajo muy importante, yo lo quería acompañar ya que los compañeros del trabajo iban con sus esposas y él era el único que iba solo, pero él estaba creando excusas para que yo no fuera, yo me di cuenta enseguida de esto, pero insistía e insistía, hasta que en un momento el me grito y me dijo que yo le iba a dar una mala imagen al negocio, yo le pegue una piña y el empezó a tirar las cosas al piso, las rompió y se fue. Dos días después el volvió para buscar sus cosas pero Julio no sabía que yo ya había preparado todo para terminar con su vida. Al entrar yo estaba detrás de él y le pegue con un palo en la nuca, él se desmayó y le pegue en la panza cayó al piso, le clavé un cuchillo en el estómago y rápidamente murió desangrado.
-¿Y qué pasó al otro día?
- Fui con la policía y le conté que yo había llegado de viaje y cuando llegue a mi casa encontré manchas de sangre por todos lados, todas las cosas tiradas y cuando fui a mi cuarto lo vi a él tirado en el piso, desangrado.
Al terminar de contarle esto empecé a escuchar ruidos fuera de la casa y mi amiga me dijo “ Lo siento lo tenia que hacer” derribaron la puerta y la policía entró, inmediatamente me arrestaron. El gobierno le dijo a mi amiga que le darían mucho dinero si les brindaba información importante, juro que al salir de detrás de estas rejas voy a volver y me vengare de todo lo que me hicieron.
